5 Consejos para atravesar una lesión de músico, #1: Informate bien para cuidarte bien

The Balance Point

Healthy Musicianship for String Players

Cuando finalmente me diagnosticó la distonía focal uno de los neurólogos más destacados en el campo, cinco meses después de los primeros síntomas, me vio tocar una escala de do mayor y me informó bruscamente que era probable que no volviera a tocar de manera profesional nunca más.

Lo había visitado, tras esperar meses para una cita, porque quería un diagnóstico oficial: las visitas a otros profesionales médicos, incluso uno especializado en medicina de rehabilitación y una terapeuta ocupacional, no habían llegado a conclusiones sólidas. El neurólogo, por el contrario, me diagnosticó de inmediato pero indicó que, como mi condición no era suficientemente incapacitante para justificar el tratamiento, debería esperar hasta que empeorara y volver en un año para recibir una inyección de Botox.

Afortunadamente, ya había hecho mi propia investigación, tal vez porque soy hija de una bibliotecaria (¡gracias, Mamá!). Apenas unas semanas después de padecer los primeros síntomas había leído varias historias de músicos que se habían recuperado por el reentrenamiento neuroplástico de movimiento, y para cuando conocí al neurólogo ya había empezado ese proceso. Su reacción despectiva fue un bajón, pero no me hizo descarrilar.

Colegas que conocí en un seminario para músicos con distonía, algunos de ellos de países con sistemas médicos menos desarrollados, sufrieron por años sin recibir un diagnóstico, y mucho menos un tratamiento. A varios les dijeron que sus síntomas eran solo psicológicos, o les ofrecieron cirugías radicales que alterarían permanentemente sus tendones, ligamentos, y músculos. Y eso solo es la distonía; conozco a una cornista francesa a la que le diagnosticaron tendinitis, síndrome de túnel carpiano, síndrome del estrecho torácico, subluxación del nervio cubital, y torticólis crónica antes de conocer la técnica Alexander, lo cual mejoró su uso físico y sanó su lesión.

El hecho es que los tratamientos alternativos tienen sus límites. También los tiene la medicina convencional. Hay un lugar para los dos. Entonces el primer paso para sanar es hacer tu propia investigación, mantener el escepticismo saludable, equilibrar el realismo con el optimismo, y aprender a ser tu mejor guía.

Nora Krohn1 Comment