5 Consejos para atravesar una lesión de músico, #3: No estás solo
Muy poca gente se ha recuperado de una lesión de músico grave sin ayuda, y la buena noticia es que no tenés que hacerlo. El tipo de personas que reclutás para tu equipo depende de tus necesidades y tus posibilidades financieras, pero podría incluir cualquiera de los siguientes, sin ningún orden en particular:
• psicoterapeuta/consejero/guía espiritual
• terapeuta ocupacional
• neurólogo
• profesor de técnica Alexander o Feldenkrais, u otro especializado en movimiento
• instructor de instrumento, particularmente uno experimentado en técnica saludables
Pero la clase de apoyo necesario para superar una lesión va mas allá de la ayuda profesional. Es igualmente importante buscar conexión con amigos, familiares, y colegas en los que sabés que podés confiar.
Cuando empecé a experimentar síntomas extraños en mi mano izquierda, mi primer impulso fue esconderme. Dejé de usar las redes sociales. Evité a cualquier persona fuera de un círculo de amigos íntimos, y cuando otros colegas me preguntaban cómo estaba aludía a “asuntos de salud”, pero ni me atrevía a susurrar la palabra “distonía.” Estaba demasiado vulnerable, y temía que la etiqueta de “dañada” arruinaría mis posibilidades hasta bien entrado el futuro.
Al año, una escuela comunitaria de música donde enseñaba me preguntó si conocía a alguien que pudiera recomendar para un puesto de cuerdas. A regañadientes, emergí de mi guarida y posteé un anuncio alegre en Facebook que generó unas respuestas. Estaba contenta por haber conectado a algunos colegas con una oportunidad de trabajo, pero la recompensa más grande fue totalmente inesperada: una de esas personas me invitó a tomar un café, y como sabía que era simpática me arriesgué a hablarle sobre mi distonía. Para mi sorpresa, conocía a alguien con la misma condición y nos puso en contacto. Y él, después, me conectó con Sophie Till, la profesora a la que atribuyo haberme encauzado hacia la recuperación y haberme dado herramientas para impulsar mi interpretación a un nivel completamente nuevo. Me da escalofríos pensar en dónde estuviera hoy sin haberme atrevido a salir de mi cueva y compartir ese post tan insignificante.